«En el humor, en el teatro, en la vida y en el mar
de la costa de Sant Feliu todo está fuera de control»
La clave del espectáculo «White Rabbit Red Rabbit» que presentó Andreu Buenafuente en la jornada de ayer del SINGLOT 2017 está en la falta completa de control que el público pero especialmente el propio intérprete tienen sobre lo que está ocurriendo sobre el escenario. Un actor —Andreu— abre delante del público un sobre dentro del que se encuentra un texto que no conoce y se compromete a leerlo en voz alta por primera vez ante la sala y a ir siguiendo todas las indicaciones que en él se indiquen. El público va descubriendo a la vez que el actor su contenido y también acepta seguir las indicaciones que planeó el autor en su momento. La obra comienza suave y divertida, con historias de conejos, osos, avestruces y zanahorias, pero lentamente va ganando gravedad. Algunos detalles triviales del comienzo reaparecen minutos después reconvertidos en algo mucho más severo, y las historias de animales pintados de rojo y pintados de blanco mientras el autor iraní Nassim Soleimanpour disfruta en la distancia de la absoluta ignorancia del curso de la bola de nieve teatral que ha echado a rodar.
«White Rabbit Red Rabbit» solo pone en un primer plano extremo lo que siempre está de fondo en todos los demás espectáculos. En el humor, en el teatro, en la vida y en el mar que bate la costa de Sant Feliu todo está siempre fuera de control. Aunque dediquemos nuestra existencia a convencernos de lo contrario. Andreu da un salto al vacío saliendo a un escenario en el que no sabe lo que va a ocurrir, pero también todo estaba fuera de control cuando se encendieron los micros del coloquio sobre el humor que mantuvieron, por estricto orden alfabético, Ramon Fontserè, Marta Flich, Pepe Viyuela, Darío Adanti y Edu Galán en el programa «Bailén 20». Incluso en una representación formal de un texto clásico como «Las mujeres sabias» todo está en manos del azar. Si nadie se baña dos veces en el río de Heráclito, las cuatrocientas personas que vieron el derroche de interpretación prodigiosa de Enric Cambray y Ricard Farré —qué maestría en la construcción y alternancia de personajes— vieron cuatrocientas obras de teatro diferentes, y si mañana ese mismo público regresara al Teatre Narcís Masferrer para ver de nuevo la misma obra verían otras cuatrocientas obras nuevas.
Todo está fuera de control. Por eso el SINGLOT 2017 ha seleccionado el espectáculo «Mongolia on Ice» para apadrinar su producción y estrenarlo en el SINGLOT 2018. Abracemos la incertidumbre y elijamos el proyecto que más aumenta el nivel de entropía de EL TERRAT.
